La tercera generación de una familia de agricultores andaluza, se puso en contacto con nosotros para que les creáramos una marca bajo la que comercializar sus productos. Sus naranjas, cultivadas a orillas del río Guadalquivir, son de una calidad superior. Tan solo necesitaban de una imagen acorde a esa calidad.
La Soleá es un palo flamenco, una copla que nació improvisada por los jornaleros andaluces en la cosecha, bajo el sol. Así que nos pareció el nombre idóneo para la marca. A partir del naming, creamos toda la imagen de marca, el sitio web y el packaging.
La marca transmite valores como la elegancia, la tradición, el respeto por las cosas bien hechas y confiere una imagen premium acorde con la calidad del producto.